Saboga Lodge

Saboga Lodge es un lugar encantador, ideal para una escapada tranquila en pareja. Las habitaciones son bonitas y están muy cerca del mar, lo que lo convierte en un sitio perfecto para relajarse y disfrutar de la naturaleza. Su ambiente natural es espectacular, especialmente para quienes disfrutan de combinar tranquilidad con el aprecio por el entorno. Eso sí, hay bastantes mosquitos, por lo que un buen repelente es esencial para disfrutar al máximo la experiencia. ¡Un lugar que recomiendo para desconectar y recargar energías! La atención de Yesi y Alejandra fue perfecta para sentirnos cómodos y muy atendidos desde el día 1

Mi estancia en este hotel fue simplemente excepcional. Desde el primer momento, Yesi y Alejandra fueron increíblemente amables y siempre estuvieron atentas a mis mensajes. Debido a cuestiones de trabajo, tuve que mover mi reserva a último minuto, y tanto Yesi como Alejandra hicieron todo lo posible para ayudarme a cambiar las fechas sin cargos extra. ¡Su atención y amabilidad fueron invaluables! La habitación 3 es muy amplia y cómoda, proporcionando el espacio perfecto para relajarse después de un día largo. La atención de Maribel fue sobresaliente; más que amable, fue muy dulce y se aseguró de que tuviéramos una estancia placentera. Tambien tuvimos la oportunidad de conocer a Lauren y Vladi, los dueños del hotel, quienes fueron increíblemente amables y nos dieron tips de que lugares visitar en la isla. Gracias a todo el equipo, mi experiencia en el hotel fue inolvidable. ¡Sin duda volveré y lo recomiendo al 100%!

La estadia fue maravillosa, recomendado para personas jovenes con ganas pasar un rato diferente. La comida 10/10! Y la atención super nice, en especial la de Yesi y Alejandra, super amables y nos resolvieron todas nuestras dudas!

Hay que leer las buenas y también las malas opiniones. No hay que ignorar el nombre completo del hotel🤣. Experimentamos en grupo una aventura de selva y naturaleza 🤣🤣. La energía se había ido de la isla un dia antes de que llegáramos, nos avisaron el día que fuimos (aunque por las molestias nos dieron 20% en almuerzo del día siguiente, gracias) Lleven repelentes de mosquitos y baterías portátiles por si no han arreglado el problema de luz (que me dijeron que era un problema normal siendo una isla). Los cuartos bonitos y la comida son caros. Las dos señoras que nos atendieron en el comedor fueron muy amables y la atención de WhatsApp también ☺️.

El lugar es maravilloso, tranquilo y en plena naturaleza. La habitación es muy bonita y cómoda y está frente al mar, más no se puede pedir. Además, la atención de Yesi y Alejandra es inmejorable y la comida que cocinan allí mismo es deliciosa. ¡Volvería sin ninguna duda!